Los seres humanos necesitamos energía, procedente de los alimentos, para sobrevivir. Pero estos procesos naturales (metabolismo de los nutrientes) generan una serie de sustancias intermedias o finales que pueden considerarse toxinas y que, por tanto, deben ser eliminadas del organismo.
Las toxinas que se van acumulando en el organismo pueden tener dos procedencias:
Endógenas: se generan en las propias células a través de sus procesos metabólicos de obtención de energía y reparación.
Exógenas: sustancias como el alcohol, el tabaco, la contaminación ambiental, los restos de herbicidas y pesticidas en la comida, los medicamentos, los metales pesados o algunos aditivos añadidos a las comidas procesadas y envasadas, entre otras.
¿Por qué hay que desintoxicarse?
Los principales órganos que se encargan de la eliminación de toxinas son el hígado, los riñones, los intestinos y la piel. Estos órganos trabajan sin descanso por y para usted, pero en ocasiones se ven sobrepasados por los excesos (de comida, alcohol, medicamentos, polución, radicales libres…) lo que se traduce en una acumulación de toxinas que hace que su cuerpo no funcione correctamente llegando a derivar en problemas de salud.
Si no se ha hecho ya una “limpieza general” y necesita una ayuda extra para una correcta detoxificación…

Función Hepática: ¿Por qué es tan importante?
Con un peso de poco más de un kilogramo, el hígado es una fábrica química compleja que funciona 24 horas al día. Procesa prácticamente todo lo que comemos, bebemos, respiramos o frotamos en la piel realizando más de 500 funciones diferentes esenciales para la vida.
Entre sus tareas principales destacan: limpiar la sangre de sustancias químicas potencialmente venenosas; regular el suministro de combustible del cuerpo, producción, almacenamiento y reparto de energía rápida (glucosa) para mantener la mente alerta y el cuerpo activo; controlar la producción, almacenaje y eliminación de lípidos (grasas); regular el colesterol corporal, producción, excreción y conversión en otras sustancias esenciales; regular el equilibrio de las hormonas sexuales, tiroideas y suprarrenales; y regular el suministro de vitaminas y minerales importantes como el hierro y el cobre.
Al completar esta limpieza suave de 15 días ayudas a liberar al hígado del exceso de toxinas acumuladas a lo largo del año y a que este pueda realizar tareas de auto-regeneración para mejorar así su funcionamiento.